Alemania, Países Bajos, Reino Unidos, España, Rumanía, Lituania, Dinamarca, Suecia y Hungría son los estados miembros de la Union Europea en los que ya se han practicado extracciones de gas por fractura o están interesados en hacerlo. Sólo en Francia y Bulgaria está prohibida totalmente la fracturación hidráulica, más conocida como fracking. En algunos países como Suiza, Alemania, República Checa, Rumanía y España están considerando prohibirlo en ciertas zonas o se han adoptado moratorias.
Son los países de la Unión Europea los que tienen la potestad de decidir si en sus territorios está permitido el fracking. En noviembre del año pasado, el Parlamento Europeo rechazó con 391 votos frente a 262 y 37 abstenciones la enmienda en la que se instaba a los estados miembros a no autorizar nuevas operaciones de este tipo en la Unión Europea.
La falta de una legislación europea que regule el fracking supone una ventaja para las empresas que están desarrollando esta actividad en Europa, puesto que no se enfrentan a ninguna pena en caso de accidente o contaminación.
Sin embargo, las consecuencias del fracking son bien conocidas en Estados Unidos, donde a pesar de las presiones de las corporaciones energéticas, los lobbys politicos y los medios de desinformación, la contaminacion producida por el sistema de extracción de gas por factura hidraúlica son bien conocidas.
En 2009 el director Josh Fox realizo un documental sobre la brutal contaminación de las aguas de las cuencas fluviales producida por el fracking: Gasland.
Un día, este director de cine estadounidense recibió una carta en la que una compañía energética le ofrecía arrendar parte de un terreno de su propiedad en el que se encontraba un importante yacimiento de gas
natural, que la compañía en cuestión quería perforar y explotar. Inseguro acerca de la decisión que debía tomar, Fox inició un viaje a través de 24 estados de Estados Unidos para averiguar las consecuencias de la explotación de gas natural.
Desde Pennsylvania hasta Utah, de un extremo al otro de Estados Unidos, Fox fue descubriendo que en aquellas zonas en las que el gas natural es explotado mediante fracking los habitantes no podían encender un mechero cerca del grifo sin que el agua corriente se prendiese en fuego debido a la contaminación por gas.
En Rumania los grandes partidos politicos hacen lobby para las grandes multinacionales energéticas con el fin de implantar masivamente la explotación de las grandes bolsas de gas del subsuelo del pais, mediante fracturación hidráulica. No solo se trata de que la explotación produzca un enorme desastre ecológico y humano, que a las grandes corporaciones capitalistas y a sus representantes, los parlamentarios y senadores, les importa poco, sino que además los posibles beneficios no van a ir a parar a manos de los rumanos, sino de los inversores multinacionales y, en todo caso, de los comisionistas que andan por ahí haicendose pasar como representantes del pueblo aunque solo representen en realidad sus propios intereses económicos.que andan por ahí haicendose pasar como representantes del pueblo aunque solo representen en realidad sus propios intereses económicos, sin importarles realmente un comino la salud o el bienestar de sus votantes.
En realidad, y esta es una de las caracteristicas que están en la base del sistema capitalista, ¿a qué criminal le importan las víctimas cuando se trata de apropiarse del botín?
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