lunes, 12 de abril de 2010

La degradación del Bucarest capitalista

Un artículo de El Correo de los Balcanes, "Roumanie : le capitalisme sauvage a fait plus de dégâts à Bucarest que le communisme", informa sobre la destrucción de la bella capital rumana, Bucarest, por el capitalismo, que antepone en el desarrollo urbano de la ciudad el beneficio economico a cualquier otro valor.

La idea principal del texto es clarificadora: a pesar de la campaña anticomunista, que acusa reiteradamente al Socialismo rumano de destruir parte de la ciudad en sus proyectos modernizadores, en veinte años de capitalismo Bucarest ha sido mucho mas humillada y dañada que nunca. 3500 hectareas de espacio verde en 1989 frente a 1200 hoy, es uno de los datos que deberian avergonzar a aquellos que tanto critican los cambios urbanos socialistas (con el objetivo principal de dar vivienda digna a sus habitantes) y se callan ante la destrucción de Bucarest con intenciones de enriquecimiento privado.

El articulo también nos habla de los intentos de la sociedad civil rumana, practicamente inexistente, por frenar el saqueo de la ciudad por parte de los capitalistas y de los concejales, a su servicio (en una nueva demostracion de que los representantes de las democracias mercantilizadas estan al servicio de su propio bolsillo o el de otros, y no al de los ciudadanos). Las pequeñas organizaciones de defensa de la ciudad, uno de los pocos casos de asociacionismo activista en Rumania, ha dado algunos pequeños frutos.

La realidad hoy es que Bucarest es la ciudad europea con menos espacios verdes por ciudadano, y que centra el desarrollo urbanistico principalmente a la construccion de grandes centros comerciales y rascacielos de oficinas, en vez de en el saneamiento y mejora de las viviendas, calles, o alcantarillado actual, en unas condiciones pesimas despues de veinte años de abandono. A veces ni se retira la basura.

La consecuencia: aumento de enfermedades, y conversion de la bella ciudad de Bucarest en un caos urbanistico en el que los buitres inmobiiarios y sus representantes, los politicos, no cesan de destruir para enriquecer sus fortunas personales.

Rumania: el capitalismo salvaje ha hecho mas daño a Bucarest que el comunismo

La conclusión del informe encargado por la Presidencia rumana es definitiva: en veinte años, Bucarest ha sufrido más humillaciones que durante el gobierno de Ceausescu. Los espacios verdes han desaparecido, las casas antiguas que pertenecen al patrimonio se derrumban para dar paso a los edificios sin alma. Un retrato preocupante de esta situación se aplica también a otras ciudades en desarrollo, entregadas al capitalismo salvaje.

Dorina Banisor ha venido especialmente al ultimo congreso de las ciudades y pueblos rumanos (OVR), celebrada en Angers, Francia, para defender la causa de su capital. Junto a miembros de su asociación "Salvati Bucureştiul" (Salvad Bucarest), presidida por Dan Nicusor, un joven matemático y economista, que está luchando para intentar frenar la destrucción de la ciudad.

"Pocas ciudades en Europa tienen tantos barrios pintorescos, salpicados de pequeñas casas y sus jardines", explica el bucarestino, que sufre al verlos morir poco a poco:

"Los inversores que los pueden comprar los derriban para construir enormes torres".

Millones de euros de beneficio en juego

Las autoridades lo permiten. Esto no es sorprendente, cuando millones de euros de beneficio estan en juego, y los promotores inmobiliarios saben sobornar a las personas adecuadas. Los daños afectan tambien a las areas protegidas, a las casas historicas. Los sobornos generosos hacen que se mire hacia otro lado y que se construyan edificios de diez pisos o más aunque sólo este permitido construirlos de dos.

Los grandes beneficios dbel capitalismo se aprovechan de una legislación inadecuada, interpretable, para llevar a cabo sus proyectos de lucro, para disgusto de los viejos de Bucarest, pero para los jóvenes también. Y estos se enfrentan a obstáculos aparentemente insuperables, ya que los promotores y legisladores siempre encuentra la manera de salirse con la suya.

Cuando se encuentra la "presa", por ejemplo, un antiguo palacio historico, que debe ser eliminado para dar lugar a un complejo de viviendas, los promotores se àprovechan pagando una pequeña suma a los que viven alli ilegalmente, y cuando el edificio está suficientemente vampirizado, y la casa acabe con las ventanas arrancadas, el techo semihundido, a veces parcialmente quemada, reducida a un estado de ruina solo queda la solución fácil de demolerla. No se puede acudir a denunciar a la policia: no hay legislacion especifica para evitarlo. En cuanto al alcalde o al estado no tienen mucho interes en la conservacion del patrimonio, en comprar las casas amenazadas o recurrir a la expropiación si es necesario.

Los resultados de las últimas dos décadas son abrumadores: 600.000 árboles que adornaban las calles de la capital han desaparecido, 1,5 millones en total a lo largo de Bucarest. También a veces se entragan las casa a los antiguos propietarios que hacen negocios con ellas.

Solo 7 metros cuadrados de espacio verde per capita

7,2 hectáreas de zona verde del parque Herastrau, 10 ha del parque Tineretului, 4,5 hectáreas del Parque Verdi, en el distrito Floreasca, 12 hectáreas de parque Iore, 7,2 hectáreas del parque Prisaca Dornei, junto a muchas otras, han desaparecido. 45 campos y escuelas deportivas han sido arrasadas. Ahora solo quedan seis piscinas en la capital, la piscina Tineretului dejo paso a un edificio de 23 plantas.

En 1989, en Bucarest había 3470 hectáreas de espacio verde. En 2004, el área quedo reducida a la mitad y ahora apenas supera los 1200 o 1300 hectáreas. A cada bucarestino le corresponde actualmente 7m2 de zona verde, mientras que la media europea es de 26m2. En comparación, cada habitante de Varsovia se beneficia de 32m2, en Londres 64m2 y en Estocolmo 83m2. La OMS recomienda una superficie de 50m2.

Los problemas de salud aumentan en Bucarest, sobre todo entre los niños, como confirman las estadisticas medicas. Entre 1995 y 2006 los casos de faringitis se han incrementado en un 66% , en los niños menores de catorce años; los casos de bronquitis se han duplicado, y el número de ataques de asma que necesitaron hospitalización se ha multiplicado por cinco. Del mismo modo, el número de hospitalizados en Bucarest por enfermedades del corazón se ha duplicado.

Verdaderamente molestos para el Ayuntamiento

Reconociendo esta aterradora realidad, Salvati Bucureştiul se esfuerza por educar y movilizar al público, los medios de comunicacion, y apoyan y vienen en socorro de los propietarios que son afectados por los sobornos de los nuevos proyectos inmobiliarios. La tarea es difícil porque la sociedad civil en Rumanía está en su infancia, o incluso es aun inexistente. Sin embargo, es urgente debido a las nuevas amenazas a la capital y, la mas reciente, en el palacio Ştirbei, una de sus joyas arquitectónicas, que podría ser cubierto por la sombra de un rascacielos en breve, como fue el caso la catedral católica de San Jose.

La ONG „Salvad Bucarestiul”, que esta formada principalmente de jóvenes estudiantes, pero tambien gente mas mayor, todos voluntarios, es un concepto que todavía no es comun en Rumanía, y que comenzó una verdadera guerrilla urbana en la capital. Se hostiga al Consejo municipal sin descanso exigiendo la transparencia de sus proyectos.

Las autoridades electas de Bucarest les odian y a sus ojos los miembros de esta asociacion son verdaderamente molestos.... Pero esta táctica está dando sus frutos. De momento, 150 proyectos fueron bloqueados, 10 obras aplazadas, y 10 estan en pleno proceso judicial. La construcción del Dâmboviţa Center, un gran centro comercial, que iba a cubrir 10 hectáreas en el corazón de la capital, ocupando el edificio construido por el gobierno socialista como Casa de la Radio, se ha suspendido.

El mercado Obor, uno de los más antiguos de Bucarest, donde los agricultores acuden a vender los productos de sus huertas, va a tener el mismo destino: convertirse en centro comercial.

Salvati Bucureştiul también lucha para que la ley se vuelva mas restrictiva y que los concejales no abusen mas de sus competencias especiales para construir edificios de 8 o 10 plantas donde solo se permiten de 2. La Asociacion acaba de ver su mayor exito: en compensacion con las innumerables desilusiones y las hermosas casas derribadas, las excepciones a la norma no podran superar el 20%.

Una victoria de la Sociedad Civil

La nueva ley entró en vigor el 1 de octubre. En la víspera de su ejecución, el Ayuntamiento se apresuró a aprobar 48 proyectos para que no esten incluidos en esta ley. Pero Salvati Bucureştiul y algunas otras organizaciones no gubernamentales vigilaban atentamente. Sus militantes irrumpieron en la sala de reuniones, ayudados por dos o tres concejales opuestos al plan, y aprovechando la presencia de los medios de comunicacion obtaculizaron la aprobacion, sin dejar a los concejales votar.

Los 48 nuevos edificios por consiguiente, deben cumplir, igual que los demas, la norma del 20%. La victoria dio alas a las ONG y los alienta a perseverar. Pero Dorina Banisor y sus amigos saben que la sociedad civil tiene todavía un largo camino por recorrer antes de que Rumanía se una a las normas de la UE. "Para nosotros, hay dos categorías de personas", señala, "aquellos que se consideran por encima de la ley ... y los que piensan que están por debajo y que, de cualquier modo, nada va a cambiar. " [...] "En nuestro pais se ignoran las leyes, no se tiene confianza en ellas, y tampoco se las respeta. Hacer que la ley sea aplicada sera ya un gran paso adelante”


http://balkans.courriers.info/article14963.html

2 comentarios:

Pinole dijo...

Jose Luis, qué línea editorial tiene el Correo de Bucarest? Digo ésto, porque es bastante sorprendente que en la prensa rumana se atrevan a publicar que con el socialismo se vivía mejor.

JL F dijo...

No es El Correo de Bucarest, sino El Correo de los Balcanes, y es un periodioco frances. En Rumania criticas asi (sobre todo en lo que toca a las opiniones subjetivas sobre el comunismo) es impensable

Saludos

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